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Los Jazz frenan a unos Cavs que acariciaron la remontada
Los Jazz frenan a unos Cavs que acariciaron la remontada
INTERNACIONAL.- Los Utah Jazz frenaron este domingo a los Cleveland Cavaliers (108-109), que llevaban cuatro triunfos seguidos, al imponerse en un emocionante y épico partido en el que los de Ricky Rubio acariciaron la victoria en el último instante.
Darius Garland, que con 31 puntos fue el faro de los Cavs, tuvo un triple final para ganar el encuentro pero su tiro no entró y ni Jarrett Allen ni Evan Mobley acertaron con sus palmeos.
Los Cavs plantaron cara hasta el desenlace a una de las maquinarias ofensivas más engrasadas de la NBA y, pese a ir perdiendo por 15 puntos en el último cuarto, casi materializaron el sueño de la remontada.
Rubio fue crucial en la recuperación de los Cavs en el cuarto parcial y brilló con 15 puntos (6 de 11 en tiros), 4 rebotes, 2 asistencias, un robo y un tapón en 31 minutos saliendo del banquillo.
En los muy sólidos y letales Jazz, Donovan Mitchell fue una pesadilla para los Cavs (35 puntos, 3 rebotes y 6 asistencias) y Rudy Gobert plantó su bandera en la pintura con 6 puntos, 20 rebotes y 5 tapones.
A los Cavs les faltó agresividad defensiva hasta el último cuarto, cuando sí lograron detener a los Jazz, pero un buen ejemplo de cómo pecaron de inocencia fue que no cometieron ninguna falta en los primeros 17 minutos del partido.
El duelo sirvió de reencuentro para Rubio con el equipo con el que jugó de 2017 a 2019, y se disputó al mediodía como parte del NBA Sundays, una iniciativa de la liga para que se puedan ver encuentros en Europa sin trasnochar.
TOMA Y DACA EN ATAQUE
Jarrett Allen tenía un reto mayúsculo frente a la intimidación de Rudy Gobert (tres veces ganador del premio al Defensor del Año en la NBA), pero el joven pívot de los Cavs salió a morder.
Allen logró 4 puntos muy pronto aprovechando los cambios defensivos de los Jazz, atacó el rebote ofensivo y puso un gran tapón a Royce O’Neale (10-7 con 9.13 en el reloj).
Sin rastro de las defensas en ninguno de los dos conjuntos, el partido se convirtió en un fabuloso toma y daca ofensivo entre Darius Garland y Donovan Mitchell.
Garland metió los 4 primeros triples que intentó mientras que Donovan Mitchell respondió de modo explosivo con 15 puntos en el primer de cuarto (6 de 7 en tiros) para darle la ventaja a los Jazz (29-33).
Los visitantes sacaban petróleo de los problemas de los Cavs y se beneficiaron de los refuerzos surgidos del banquillo como Rudy Gay.
Los Cavs seguían haciendo aguas en defensa pero encontraron algo de paz en los triples de Kevin Love y Cedi Osman (42-44 a falta de 6.38 para el descanso).
No obstante, los triples de asesinos silenciosos de los Jazz como Bogdanovic y O’Neale seguían haciendo mucho daño a los de Cleveland (50-55 con 2.17).
Ricky Rubio no consiguió hacerse con el control del partido, pero una bandeja suya en los últimos segundos dejó el encuentro completamente abierto tras la primera mitad (55-60).
RESISTENCIA HASTA EL FINAL
Los Jazz salieron del vestuario con ganas de reventar el duelo cuanto antes y forzaron el tiempo muerto de los Cavs tras una extraordinaria circulación de balón que culminó Mitchell con un triple (58-70 con 9.18 por disputarse).
Garland sostenía a unos Cavs que, al dejarse llevar por el ritmo de sus rivales, corrían el riesgo de ahogarse en la vorágine ofensiva de los Jazz.
Gay volvió a atemorizar desde el triple a un equipo local en el que Rubio dio un paso al frente para no tirar el partido por la borda (82-91).
El último cuarto empezó con terribles noticias para los Cavaliers, ya que dos triples seguidos de Jordan Clarkson y Mike Conley le dieron a los Jazz su mayor ventaja del día (82-97).
Pero en el peor momento, los Cavs sacaron su mejor baloncesto.
Una espléndida reacción de los de Cleveland les metió de lleno en el partido capitaneados por un Rubio muy inspirado y efectivo y un Cedi Osman que mordía en defensa.
Rubio y Osman habían dado con el antídoto para los Jazz -defensa y a correr- y no pararon hasta empatar el marcador tras un gran parcial de 15-0 (97-97 con 8.42 para el final).
Mitchell reapareció para calmar los nervios de unos Jazz titubeantes, pero Garland también reclamaba su cuota de protagonismo.
Con aroma de playoff, el encuentro entró en una fase muy intensa y apasionante con alternativas por ambos lados y la afición de los Cavaliers volcada con su equipo.Gobert hizo un descomunal mate sobre Allen tras rebote ofensivo para colocar un +3 para los Jazz que podría haber sido definitivo, pero entre Garland y Mobley los Cavaliers se ganaron el derecho a fantasear con una remontada que no se hizo realidad por muy poco.