Trece jugadores que podrían beneficiarse de un cambio de equipo
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Algunas veces, las cosas no funcionan. O simplemente dejan de funcionar. Y eso ciertamente también pasa en el deporte profesional, donde en ocasiones es difícil formar una relación duradera a largo plazo entre un jugador y un equipo. Por diferentes razones – comodidad, los coaches o cualquier otro detalle – hay jugadores que alcanzan su verdadero potencial sólo después de ser enviados a un nuevo club.
Lo que sigue es una lista de muchachos para quienes ese podría ser el caso. Sea un veterano necesitado de un repunte o un joven bloqueado en el roster, estos candidatos a cambio podrían beneficiarse de un cambio de escenario esta temporada muerta.
Jarred Kelenic y Jesse Winker, OF, Marineros
A pesar de haber obtenido al dominicano Teóscar Hernández, los Marineros todavía están buscando otras formas de mejorar su outfield, y eso podría significar mover a uno de estos dos jugadores. O a los dos. Kelenic ha subido y bajado de las menores y le ha costado cumplir con todo lo que se esperaba de él desde su llegada en aquel mega cambio con los Mets, y tanto la actitud como la preparación física de Winker han generado dudas desde que llegó en un cambalache con Cincinnati el invierno pasado. Considerando que Winker fue al Juego de Estrellas en el 2021 con los Rojos (OPS de .949, 24 jonrones, 32 dobles) y que Kelenick hace no mucho era considerado un súper prospecto, no es exagerado pensar que podrían triunfar en otra parte.
Keston Hiura, 1B/2B, Cerveceros
A nivel universitario, en las menores y en su primera temporada en las Grandes Ligas (2019), este muchacho siempre bateó. Pero pareciera haberse enfocado demasiado en buscar poder y ha sufrido por ello, ligando .205/.293/.394 con una tasa de ponches de 38.5% en las últimas tres campañas. Sus problemas defensivos también afectado su situación en los Cerveceros, que le ofrecieron un contrato para el 2023 pero podrían no darle el puesto de designado a tiempo completo. Quizás otro equipo podría encarrilar su swing… y su carrera. Hiura tiene apenas 26 años.
Jo Adell, OF, Angelinos
La 10ma selección general del Draft del 2017, Adell era el mejor prospecto de los Angelinos y el 6to mejor de todo el beisbol según MLB Pipeline cuando fue llamado por primera vez en el 2020. Pero sus habilidades no se han traducido en éxito a nivel de Grandes Ligas. Adell ha bateado apenas .215/.259/.356 en 161 encuentros. La llegada de Hunter Renfroe hace de Adell una pieza prescindible, pero apenas tiene 23 años y podría beneficiarse de otro ambiente y otro cuerpo técnico.
Gleyber Torres, 2B, Yankees
A supposed sure thing when acquired from the Cubs as a prospect in the 2016 Aroldis Chapman trade, Torres has had an erratic tenure in pinstripes. He was an All-Star in each of his first two seasons in 2018-19 before posting a combined OPS+ below league average while struggling defensively at shortstop in 2020-21. A full-time shift to second base was part of a better 2022 in which Torres slashed a more respectable .257/.310/.451. Torres is entering his age-26 season and had above-average hard-hit and barrel percentages last season. So unlike fellow Yankees trade candidates Josh Donaldson and Aaron Hicks, an acquiring team could speculate that his best days are still ahead of him.
Madison Bumgarner, LZ, D-backs
Las cosas sencillamente no le han salido al otrora héroe de la Serie Mundial en Arizona. Tras tres de los cinco años de su contrato de US$85 millones, Bumgarner tiene récord de 15-29 con EFE de 4.98 para los D-backs. Había esperanzas de que su trabajo con el nuevo coach de lanzadores Brent Strom ayudaría a ver al Bumgarner de antes en el 2022, pero no pudo mantener el ritmo tras un buen arranque de campaña. Los números periféricos no son buenos, y a los D-backs podría costarles mover todo el dinero que se le debe, pero uno no sabe si todavía existe un acuerdo que haga de Bumgarner al menos un abridor promedio otra vez.
Javier Báez, SS, Tigres
Los Tigres hicieron del puertorriqueño Báez su gran firma de la pasada temporada muerta con un contrato de seis años y US$140 millones. Pero el boricua, como el equipo, terminó siendo una grandísima decepción. Todos los temores sobre el Báez que le tira a todo terminaron siendo realidad cuando bateó .238/.278/.393 con la peor tasa de boletos de la liga (4.4%). Lo más probable es que los Tigres esperen por un repunte en el 2023, pero vale la pena incluir aquí a Báez en caso de que el nuevo gerente Scott Harris decida ponerse creativo y mande al torpedero a otro lado. Hubo un lapso a finales del 2021 en el que fue cambiado a los Mets y jugó su mejor béisbol, así que otra mudanza podría motivarlo.
Victor Robles, CF, Nacionales
El OPS+ de 69 (31% por debajo del promedio de la liga) no es muy bonito, pero no olvidemos que Robles fue un sólido jugador de todos los días (que terminó sexto en la votación del Novato del Año de la L.N.) para los Nacionales que ganaron la Serie Mundial del 2019. Y sólo tiene 25 años. Robles sigue aportando una gran defensiva (percentil 90 en Outs Sobre el Promedio) y percentil 86 en velocidad en sprint, pero ha tenido problemas para darle fuerte a la bola de forma consistente. No está claro si estos Nacionales en reconstrucción lo van a cambiar, pero lo difícil que es conseguir un gran defensor del jardín central podría llevar a un equipo a darle una buena mirada a Robles y determinar si es posible hacerle algún cambio a su swing o a su plan de ataque en el home capaz de producir mejores resultados.
Jarren Duran, OF y Bobby Dalbec, 1B, Medias Rojas
Ninguno de los dos pareciera ser una figura prominente en los planes de Boston para el 2023, y se puede argumentar que ambos podrían beneficiarse moviéndose a un mercado con menos escrutinio y más oportunidades. Dalbec tuvo problemas en el 2022 después de dejar un OPS de .819 con 33 jonrones y 24 dobles en 156 juegos entre 2020 y 2021, y está bloqueado en primera base por el prospecto Nro. 2 del club, Triston Casas, y Eric Hosmer. Duran era una promesa cotizada (Nro. 84 de MLB, según MLB Pipeline, a comienzos del 2022) que tuvo un poco alentador arranque de carrera en MLB (.219/.269/.354 en 91 juegos) y es visto solo como una opción para darle profundidad a un club que está buscando otras formas de mejorar la producción en los jardines.
Zach Plesac LD, Guardianes
Plesac parecía otro exitoso producto de la fábrica de pitcheo de Cleveland cuando se dio a conocer con EFE de 3.32 y EFE+ de 140 en 171 juegos durante las primeras 29 aperturas de su carrera entre 2019 y 2020. Pero durante las últimas dos temporadas, se fracturó el pulgar mientras “se quitaba agresivamente la camisa”, se rompió la mano de lanzar dándole un puño a la lomita y dejó EFE de 4.49 y EFE+ de 90. Los Guardianes están dispuestos a cambiarlo, y quizás en otro lugar podría reencontrarse con el éxito y eliminar las lesiones autoinfligidas.
Nick Castellanos, OF, Filis
Las sensaciones son mucho mejores después de una postemporada en la que de golpe lució como un potencial ganador del Guante de Oro en el jardín derecho. Pero no se puede obviar que la primera temporada de Castellanos tras su contrato de cinco años y US$100 millones no era lo que nadie esperaba. Su slugging cayó casi 200 puntos con respecto al del 2021 en Cincinnati, y no lució nada bien en el right field tras verse obligado a jugar ahí a diario por la lesión de Bryce Harper. Es poco probable que sea cambiado debido a todo el dinero que se le debe, pero es normal preguntarse si quizás no hay otro equipo donde Castellanos encaje mejor. Con Harper todavía inhabilitado por la cirugía Tommy John, la pobre defensiva de Castellanos sigue siendo una preocupación.
Paul DeJong SS, Cardenales
En las primeras dos campañas de la extensión de seis años que DeJong firmó con los Cardenales después de terminar segundo en la votación del Novato del Año de la L.N. en el 2017, aportó una ofensiva promedio, además de su gran defensa. Sin embargo, las últimas tres campañas han sido un desastre (OPS de .631, OPS+ de 76), y este año terminó siendo bajado a Triple-A antes de regresar al equipo grande (y volver a pasarla mal). Los Cardenales probablemente van a tener que tragarse los US$9 millones que le deben a DeJong para el 2023, pero quizás hay un equipo dispuesto a apostar que el jugador de 29 años vuelva a ver un bateador promedio para así poder aprovechar su gran defensiva (percentil 87 en Outs Sobre el Promedio en el 2022).