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Poder y velocidad: El club de los 300 en MLB
NEW YORK.- Hacer algo extremadamente bien en Grandes Ligas ya es suficientemente complicado. Hacer dos cosas bien es especial.
Por eso, la combinación de poder y velocidad es sumamente valiosa. Tener esas dos herramientas es poco común. El típico cañonero que tiende a acumular cuadrangulares no es una gran amenaza en las bases. Y el velocista con capacidad de robar bases no suele sumar muchos bambinazos.
Por esa razón, el club de los 40 cuadrangulares y 40 estafas en una temporada es tan exclusivo. Menos de dos jugadores por año alcanzan la marca de 30-30.
Claro, ésas no son las únicas dos medidas para determinar esta rara combinación de talento. El poder no se manifiesta sólo con jonrones y lo mismo con la velocidad y el robo de bases. Pero vale la pena destacar a un jugador que pueda alcanzar marcas históricas en ambas categorías.
Hasta el 2019, había 148 jugadores en la historia con al menos 300 cuadrangulares y 167 con 300 estafadas o más. Pero sólo ocho están en ambos grupos. Algunos son obvios, pero tal vez encuentres alguna sorpresa.
Aquí, los mejores jugadores con poder y velocidad – miembros del club de 300-300. Están ordenados de acuerdo con el número de bambinazos.
Barry Bonds (762 cuadrangulares, 514 bases robadas)
Bonds superó por tanto la marca de los 300 en ambas categorías que si le quitas la mitad, igual estaría cerca. Pero vale acotar que si Bonds se hubiese retirado con 31 años, luego de la temporada de 1996 –cuando logró el 40-40—hubiese terminado con 334 bambinazos y 380 estafadas. Eso hace de Bonds el más joven en ingresar al club, un recordatorio de que aunque explotó con su poder tarde, fue un increíble atleta dinámico que se robó al menos 28 bases en 12 de sus primeras 13 temporadas.
Alex Rodríguez (696 cuadrangulares, 329 bases robadas)
Hay ciertos paralelismos con Bonds, aunque salvo su temporada de 40-40 en 1998, Rodríguez nunca alcanzó las 30 estafadas (logró más de 10 en 14 ocasiones). Donde Rodríguez se destaca es en su posición. El campocorto/antesalista es el único en la lista que no es jardinero.
Willie Mays (660 cuadrangulares, 338 bases robadas)
Nunca tuvo una temporada de 40-40, pero empalmó 51 bambinazos en 1955 y luego se robó 40 bases al año siguiente. Entre 1955 y 1960 promedió 36 jonrones y 31 estafadas por campaña – en un período en el que ganó sus cuatro títulos de bases robadas. Mays no corrió mucho después de su 33er cumpleaños, pero se robó 23 almohadillas en 1971, siendo uno de sólo seis jugadores en la historia moderna en alcanzar dicho total con 40 años o más.
Andrew Dawson (435 cuadrangulares, 314 bases robadas)
Para el momento en que “El Halcón” fue el Jugador Más Valioso de la Liga Nacional en 1987 con los Cachorros, el jugador de 32 años era más un cañonero (49 jonrones) que un velocista (11 estafadas), luego de varios años de maltrato a sus rodillas en el césped artificial del Estadio Olímpico de Montreal. Pero el joven Dawson lo hacía todo. En sus primeras siete temporadas completas con los Expos entre 1977 y 1983, promedió 34 cuadrangulares y 30 robos por año, ganando además sus primeros cuatro Guantes de Oro.
Carlos Beltrán (435 cuadrangulares, 312 bases robadas)
El puertorriqueño detonó 22 jonrones y se robó 27 bases con 22 años, para llevarse los honores del Novato del Año de la Liga Americana en 1999 con los Reales, siendo el comienzo de uno de los jugadores más dinámicos de la década. Fue la primera de siete campañas de 20-20, la cuarta mayor cantidad en la historia. Beltrán se destaca no sólo por su total de bases robadas, sino por su eficiencia. Es el líder histórico con un 86.4% de éxito a la hora de estafar bases entre los con al menos 200 intentos.
Bobby Bonds (332 cuadrangulares, 461 bases robadas)
Antes de que hubiera un Barry, había un Bobby. En su primera temporada completa en 1969, el mayor de los Bonds detonó 32 bambinazos y se robó 45 almohadillas. Fue el comienzo de un período de 11 campañas en las que promedió 28 jonrones y 39 estafadas por campaña, y tuvo 10 temporadas de 20-20 para imponer un récord–igualado más adelante por su hijo.
Reggie Sanders (305 cuadrangulares, 304 bases robadas)
Ésta puede ser una sorpresa, porque Sanders fue convocado a un solo Juego de Estrellas y generalmente pasó por debajo del radar. Pero su combinación de poder y velocidad lo acompañó toda su carrera y el guardabosque pudo sobrepasar la marca de 300 en ambas categorías. Aunque sólo estuvo entre los 10 mejores en vuelacercas y robos en tres ocasiones, Sanders estuvo entre los primeros 10 en ambas categorías entre 1992 y el 2005, cuando tenía 37 años.
Steve Finley (304 cuadrangulares, 320 bases robadas)
Él y Sanders forman un buen dúo. Los patrulleros tuvieron carreras similares, ambos pasaron por varios equipos y fueron productivos a pesar de nunca ser considerados estrellas (aunque Finley ganó cinco Guantes de Oro en el jardín central y fue importante en el equipo campeón de Arizona en el 2001). Entonces, tiene sentido que Finley haya alcanzado la marca de 300-300 en el mismo mes que Sanders (junio del 2006), cuando compartían el mismo uniforme, junto con el primero de la lista.
Llegaron cerca
Otros ocho jugadores alcanzaron al menos 275 cuadrangulares y robos sin llegar al club de 300-300. Pero algunos de sus números combinados son incluso más impresionantes que los miembros del 300-300. Aquí un vistazo a las menciones honoríficas.
Rickey Henderson (297 cuadrangulares, 1,406 bases robadas): El líder de todos los tiempos en estafadas dio 28 jonrones en un par de ocasiones.
Craig Biggio (291 cuadrangulares, 414 bases robadas): Necesitó sólo que algunos de sus 668 dobles (quinto en la historia) se fueran del parque.
Alfonso Soriano (412 cuadrangulares, 289 bases robadas): El dominicano no llegó a los 300-300, pero tuvo 40-40 en el 2006.
Bobby Abreu (288 cuadrangulares, 400 bases robadas): Las nueve temporadas de 20-20 del venezolano son la mayor cantidad para alguien que no se apellide Bonds.
Don Baylor (338 cuadrangulares, 285 bases robadas): Lo hizo todo con los Angelinos en su temporada de JMV de 1979 (26 jonrones y 22 robadas), y además lideró la Americana en carreras anotadas (122) e impulsadas (139).
Eric Davis (282 cuadrangulares, 349 bases robadas): Antes de que las lesiones se interpusieran en su camino, su increíble habilidad dejó números imponentes, como los 47 cuadrangulares y las 98 bases estafadas en un período de 162 juegos entre 1986-1987.
Ryne Sandberg (282 cuadrangulares, 344 bases robadas): En diferentes momentos de su carrera, tuvo temporadas de 26-54 (1985) y 40-85 (1990).
Mike Cameron (278 cuadrangulares, 297 bases robadas): Promedió más de 20-20 en un período de 13 años (1997-2009) jugando con seis equipos.