Ocho selecciones, ocho razones para creer

Las casas de apuestas te dirán que Brasil es la abrumadora favorita. También sugerirán que a Croacia y Marruecos más les valdría aceptar su destino y marcharse a casa ya.

Sin embargo, como ya hemos mostrado, la Copa Mundial de la FIFA™ es una competición con un historial probado de triunfos contra pronóstico. Solo una de las favoritas a priori de las 12 últimas ediciones se acabó adjudicando el título y, dado que cada una de las cuartofinalistas se encuentra a solo tres partidos de la gloria, el máximo trofeo futbolístico está al alcance de la mano para cualquiera de ellas.

Ninguna de estas selecciones habría llegado a esta ronda tan avanzada si no tuviese los ingredientes para alcanzar el éxito. ¿Pero cuál es el principal aspecto de sus andaduras en Catar 2022 que refuerza las creencias de que 2022 podría ser su año? FIFA+ lo analiza con más detalle:

Lionel Messi ha creado algunos momentos mágicos en los Mundiales a lo largo de los años, e incluso se adjudicó el Balón de Oro adidas en 2014. Sin embargo, muchos sugieren que esta edición –la quinta que disputa– se perfila para ser la mejor de la Pulga hasta ahora.

Argentina espera grandes cosas de Messi, en todo caso. Lo que es tal vez aún más alentador y sorprendente para los hinchas de la Albiceleste es la variedad de héroes inesperados que han surgido junto a su talismán, con jugadores como Alexis Mac Allister, Enzo Fernández y Julián Álvarez que se pusieron a la altura de las circunstancias cuando esa derrota en el primer partido contra Arabia Saudí puso a su selección en serio peligro.

Hace mucho tiempo –desde 1982, según algunos– que Brasil no deslumbraba en un Mundial como lo hizo en ese primer periodo contra la República de Corea. Cuatro golazos espléndidos –cada uno, posiblemente, mejor que el anterior– reivindicaron a una alineación ofensiva que se está compenetrando de una forma realmente espectacular. En Richarlison, además, la favorita antes del campeonato parece haber encontrado por fin al ‘nueve’ que llevaba buscando desde que Ronaldo colgó las botas. El propio Fenômeno parece pensarlo así, ya que le dijo al máximo goleador de Brasil en Catar: “Lo que hice al inspirarte… Ahora es tu turno de inspirar, y estás inspirando a millones de brasileños y millones de niños”.

Con Luka Modric que sigue moviendo los hilos, e Ivan Perisic apareciendo de repente para marcar goles vitales, esta selección croata podría parecer un calco del equipo que llegó a la final en 2018. Y si eso fuese cierto, no estaría nada mal… Por si fuera poco, una nueva generación de estrellas está acrecentando las esperanzas de los Vatreni de subir un peldaño más en Catar. Marko Livaja está impresionando en ataque, mientras que Josko Gvardiol está atrayendo la atención de grandes clubes de toda Europa tras ser calificado como “el mejor defensa central del mundo” por su seleccionador Zlatko Dalic. Los croatas han descubierto incluso a un nuevo especialista en parar penaltis: un Dominik Livakovic que demostró contra Japón que es un digno sucesor del héroe de 2018 Danijel Subasic.

Aunque Inglaterra quedó cuarta en 2018, lo hizo con una dependencia muy fuerte de dos fuentes de goles. Una, por supuesto, fue Harry Kane, el ganador de la Bota de Oro adidas. La otra fueron las jugadas a balón parado: 9 de los 12 goles de los Tres Leones emanaron de esas situaciones; más que los marcados de esa forma por ninguna otra selección presente en Rusia.

Cuatro años y medio después, las acciones a balón parado apenas figuran, y Kane solamente ha marcado un tanto. La creatividad de Inglaterra con el balón en juego, y su gran variedad de goleadores hasta ahora –8 diferentes en total– están alimentando las esperanzas de que todos esos años de decepciones posteriores a 1966 por fin podrían estar llegando a su fin.

El combinado de Didier Deschamps ganó el Mundial hace cuatro años con un Kylian Mbappé que deslumbró solamente en brillantes ráfagas y un Olivier Giroud que no logró convertir durante todo el certamen. En Catar, el primero ha elevado considerablemente el nivel de su juego, provocando comparaciones con los más grandes de la historia; mientras que el segundo se ha reencontrado con su toque goleador y ya ha aportado 3 tantos. Ousmane Dembélé, con 2 asistencias, parece ser otra impresionante incorporación a esa fórmula ganadora de títulos. Mbappé en particular, con 5 goles y 2 asistencias, se perfila como el jugador que puede marcar la diferencia de forma sublime en este Mundial. Y como ya vimos en el pasado con figuras como Garrincha en 1962 y Diego Armando Maradona en 1986, una individualidad brillante a menudo puede marcar la diferencia entre los segundos y los campeones.

Se trata, sin lugar a dudas, del equipo revelación del campeonato. Pero los Leones del Atlas no tienen opciones de ganar el título, ¿verdad? Sus posibilidades son muy remotas, ciertamente. Pero, como la historia nos ha demostrado de forma concluyentecuando las rondas eliminatorias separan el grano de la paja, el equipo que prevalece suele ser el que se muestra más seguro en defensa. Dado que Marruecos ya ha mantenido su portería a cero contra Bélgica y Croacia –la primera y la segunda selección que más goles metieron en 2018, respectivamente– y ha hecho lo propio contra la España del 7-0 a Costa Rica, sería arriesgado e incluso temerario descartar a los marroquíes por completo.

En 2014, Louis van Gaal se quedó a una tanda de penaltis de la final con una de las selecciones holandesas menos talentosas en la ilustre historia futbolística de la nación. Ahora, el seleccionador de más edad de Catar 2022 ha vuelto a la cita mundialista empleando la misma fórmula táctica… pero esta vez con mejores ingredientes. Puede que se eche en falta a Arjen Robben, pero Van Gaal ahora tiene a Virgil van Dijk comandando la defensa, a Frenkie de Jong controlando el mediocampo, y a Cody Gakpo ayudando a Memphis Depay en ataque. “No veo selecciones que se adapten a nosotros, y eso nos da posibilidades”, ha declarado el veterano técnico. “Siempre he dicho que podemos ganar el Mundial; no que lo ganaremos, sino que podemos ganarlo”. Dados los jugadores de talla mundial de los que dispone Países Bajos en determinadas zonas clave, y la sabiduría táctica del hombre que los dirige, cuesta poner en duda la afirmación de Van Gaal…

Sin duda, es cierto que no pueden sacarse demasiadas conclusiones de un solo partido. Aun así, el contundente 6-1 de Portugal a Suiza en octavos de final –calificado en la nación lusa como su mejor actuación mundialista de todos los tiempos– pareció anunciar una nueva y fascinante era para A Seleção das Quinas. Tras haber orbitado tanto tiempo alrededor de un enorme sol con forma de Cristiano Ronaldo, los portugueses parecieron aliviados por jugar sin su talismán en el once inicial. Ayudó mucho, eso sí, que su sustituto, Gonçalo Ramos, firmase un triplete; que João Felix firmase su mejor partido con Portugal; y que Bernardo Silva rindiese espléndidamente en un papel más central. Pero si todo esto es un indicio de lo que está por venir, las demás supervivientes en Catar deberían estar muy preocupadas…