Los Dodgers esperan que contrato de Ohtani genere dividendos dentro y fuera del diamante

PHOENIX (AP) — El impresionante contrato de 700 millones de dólares y 10 años que Shohei Ohtani firmó con los Dodgers de Los Ángeles tiene algunos parecidos con los acuerdos de las máximas estrellas deportivas como Lionel Messi y Cristian Ronaldo.

En términos de mercadotecnia, los expertos lo comparan a otro famoso.

Taylor Swift.

La cantante de atractivo global es un fenómeno inusual que el pelotero comparte. No hay duda que los Dodgers esperan sacar provecho de la estrella japonesa y que les ayude a generar más ganancias a una franquicia que ya es una de las más populares de las Grandes Ligas.

«Fue lanzado a su propia estratosfera», aseguró el agente Leigh Steinberg.

Se esperaba que Ohtani firmara el acuerdo más grande en la historia de la MLB como agente libre y no decepcionó. Es el mejor pelotero que juega de pitcher y bateador —ni siquiera Babe Ruth lo hizo al mismo tiempo de manera tan efectiva— y aunque no podrá lanzar en el 2024 tras someterse a una cirugía Tommy John, seguramente será de gran valor en el plató.

Pero su precio de 700 millones excedió todos los pronósticos.

Su promedio anual de 70 millones es 62% más alto que el anterior máximo de 43,3 millones que comparten los pitchers Max Scherzer y Justin Verlander y que firmaron con los Mets. Es además casi el doble de lo que ganó en seis campañas con los Angelinos de 42,3 millones al año. Es incluso más alto que la nómina completa de Baltimore y Oakland.

La razón por la que los Dodgers se comprometieron de esta manera es simple: lo vale. No sólo para ayudarles a ganar la Serie Mundial, pero por su valor incluso si no lo logra.

«Si comercializas bien a Ohtani, es un ícono global», aseguró Mike Lewis, profesor de mercadotecnia de Emory University y que se especializa en deportes. «El béisbol ha tenido problemas para atraer la atención global, pero es un chico que atrae a millones de personas y no sólo en Estados Unidos».

Los Dodgers no han tenido problema para atraer la atención en años recientes. Son una franquicia exitosa —ganando 10 de 11 títulos divisionales del Oeste de la Liga Nacional y la Serie Mundial 2020— además de que tienen el mejor promedio de asistencia de 47.000 aficionados por partido. Además de que gastaron en grande para atraer a estrellas como el dominicano Freddie Freeman, Mookie Betts y Clayton Kershaw.

Pero nada se compara a Ohtani.

Además del incremento en la atención en redes sociales, los aficionados saben que Ohtani generará ganancias en venta de boletos, concesionarios y venta de camisetas.

Ningún otro pelotero genera tanta atención mundial, especialmente en su natal Japón, una nación de 126 millones habitantes obsesionados con el béisbol.

Para los Dodgers, esta atención mundial significará que más empresas de Estados Unidos y otros países querrán anunciarse con el equipo. Esto llevará a una cascada de dinero que podrá ayudar a pagar una parte del acuerdo de Ohtani.

Para los creativos de la industria de la publicidad, las posibilidades son infinitas.

Ahí recae la comparación con Taylor Swift.

Swift dominó el 2023 debido a la gira global «The Eras Tour». Pero llevó la mercadotecnia a otro nivel con una película de la gira que llevó a millones de aficionados a los cines. Además los aficionados se obsesionaron con todo lo relacionado a la cantante, incluso su romance con la estrella de la NFL Travis Kelce.

Ohtani podría ser una estrella de proporciones similares. En la agencia libre generó histeria similar. Los aficionados dieron seguimiento a los aviones privados y avistamientos para intentar dilucidar en donde caería. Como Swift, Ohtani también tuvo su propio documental.

Hay otros factores, es un deportista que mantiene un bajo perfil. No hay ninguna controversia a su alrededor y tiene una imagen limpia que atrae a posibles socios comerciales.

Increíbles cuadrangulares. Posible dominio en el montículo. Un guión hecho en Hollywood que los Dodgers esperan se haga realidad.

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El reportero de béisbol de AP Ronald Blum contribuyó a la historia desde Nueva York