El doblete del Fenómeno en una final (2) | 100 grandes momentos de la Copa Mundial
FIFA-
Nuestra cuenta regresiva nos lleva al doblete del fenómeno Ronaldo, en la final de Corea-Japón 2002.
En la cuenta regresiva para el inicio de la Copa Mundial en Catar, el 20 de noviembre, FIFA+ muestra 100 de los mejores momentos de la historia de la Copa Mundial de la FIFA™.
Para Ronaldo, los años que precedieron al Mundial de 2002 estuvieron plagados de sinsabores. Había conocido la derrota en la final anterior, contra Francia, en medio de la polémica sobre su estado físico, antes de soportar años de infierno con lesiones en el Inter de Milán, que le impidieron participar en la campaña de clasificación de Brasil.
En total, Ronaldo había disputado poco más de 400 minutos con el Inter en 2002, antes de llegar al escenario de la Copa del Mundo con la intención de reescribir los errores del ´98. Brasil superó la fase de grupos y se impuso a Bélgica, Inglaterra y Turquía para llegar a su tercera final consecutiva de la Copa Mundial, en la que Alemania le esperaba en el Estadio Internacional de Yokohama.
Muchos de los partidos de Brasil en la fase de eliminación fueron tensos, y el de la final no fue una excepción. Pero Ronaldo se había embarcado en una misión individual de gloria.
Con el partido empatado sin goles, en el minuto 67 le robó la pelota a Dietmar Hamann y se la pasó a Rivaldo, que disparó hacia el arco de Oliver Kahn. El rebote fue aprovechado por Ronaldo, que definió con tranquilidad para darle la ventaja a Brasil.
Diez minutos después, Kleberson escaló por la derecha y dio un pase al centro, Rivaldo dejó que cayera en los pies de Ronaldo. El fenómeno selló la victoria y, la redención de la verdeamarela, con un remate imposible de atajar.
«Una copa de superación», dijo Ronaldo. «Recuerdo cada gol como si fuera ayer».
Sus ocho goles -la mayor cantidad desde los diez de Gerd Muller en México 1970, y una cifra que no se ha superado desde entonces- lo llevaron a ganar la Bota de Oro adidas.
Aunque puede haber sido un actor de reparto durante la final de 1998 en el Stade de France, no hay duda de que fue el hombre excluyente en 2002: el más icónico de los jugadores con el más icónico de los cortes de pelo, escalando las alturas del torneo más icónico del fútbol.