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Belichick o Cousins: ¿Quién da las gracias? y otras claves tácticas para abordar la Semana 12
NFL-Andrés Schimelman9-
En los Estados Unidos de América es tiempo de celebración. Este jueves se festeja Thanksgiving (un caso más donde el inglés prevalece sobre el español: qué feo suena «Día de Acción de Gracias, ¿o no?) y eso sólo puede significar una cosa: mucho pavo, salsas cuyos nombres desconozco y una triple dosis de NFL para no moverse del sillón en toda la jornada.
En términos deportivos, la llegada de Thanksgiving marca un momento crucial en cada temporada NFL. En este caso, la Semana 12 sirve como recordatorio de que oficialmente ingresamos en la recta final de la fase regular. Quedan 6 domingos antes de que se termine la campaña para las 18 franquicias que no logren clasificar a playoffs.
A continuación, analizaremos cinco partidos que serán decisivos para comprobar cuáles son las aspiraciones reales de los equipos involucrados. En el caso de Falcons, Commanders y Jets: ¿podrán hacer ruido y colarse a la postemporada? Para New England y Cincinnati: ¿confirmarán su buen momento y solidificarán su status de playoff team? Vikings, Titans y Eagles: ¿les alcanza la nafta para quedarse con el 1 seed?
Todas estas preguntas no serán contestadas, pero los aspectos tácticos que abordemos influirán en la respuesta final. Bueno, a no desayunar que hay que hacer lugar en la panza para tanto football. Vamos a las claves.
Bill Belichick vs Kirk Cousins
El último del terceto de partidos de Thanksgiving será protagonizado por los Patriots y los Vikings. Para Minnesota, la intención es dar vuelta la página lo más rápido posible después de la peor actuación de su temporada ante Dallas Cowboys. El problema es que enfrente aparece Bill Belichick, relamiéndose ante la oportunidad de profundizar la herida.
Sabemos que Belichick es un experto en quitar el arma predilecta de la ofensiva rival, con lo cual es esperable que su foco esté puesto en el ultratalentoso Justin Jefferson. Imagino coberturas múltiples, con doblemarca y ayudas de safeties o linebackers para forzar a Kirk Cousins a su segunda o tercera lectura.
Justamente, Cousins viene de otro ejemplo más en lo que ya es una constante: la diferencia en su producción cuando es presionado vs cuando dispone de un pocket limpio. El QB de Minnesota postea el QBR número 27 (8.3) en la liga cuando enfrenta presión de la línea defensiva. Cuando tiene tiempo, su QBR escala a la posición número 13. ¿La mala noticia para los Vikings? New England tiene la segunda mejor sack rate (vendría a ser algo así como «ratio de capturas»… confíen en mí: es una buena estadística) en toda la NFL.
Falcons o Commanders: ¿Quién rodea mejor a su QB?
El domingo, Atlanta y Washington juegan uno de esos Loser Leaves Town Games (copyright, Bill Simmons). Para mantener vivas sus chances de alcanzar los playoffs, ambos necesitan ganar. Sólo uno podrá hacerlo, a menos que tengamos un empate.
La clave de este duelo -y de la temporada en general para ambos- pasará por el plan de juego que Arthur Smith y Ron Rivera logren armar para enmascarar las deficiencias de sus mariscales de campo y potenciar sus virtudes.
Marcus Mariota y Taylor Heinicke vienen de dos universos distintos, pero al mismo tiempo comparten similitudes. Ambos aterrizaron en la NFL en 2015: Mariota fue la 2° pick global (seleccionado por Tennessee Titans), mientras que Heinicke no fue drafteado y terminó firmando como agente libre en Minnesota.
Hoy en día, ninguno está confirmado como QB titular a largo plazo. Los números de ambos como pasadores no llaman la atención. Sus virtudes radican en una agilidad con las piernas que les añade capacidad como corredores y una cierta tendencia (a veces engañosa) a no cometer pérdidas.
A prestarle atención a los skill position players, entonces. Los Kyle Pitts, Drake London´s y Cordarrelle Patterson´s, en Atlanta, o los Terry McLaurin´s, Logan Thomas´s y Antonio Gibson´s, en Washington. Ellos pueden hacer la diferencia, facilitando la labor de los quarterbacks.
Mike White, al rescate
Zach Wilson fue el jugador más mencionado en toda la NFL a lo largo de esta semana. El QB de New York Jets, otra 2° pick global del Draft (en 2021) ha sido bencheado luego de una putrefacta performance ante los Pats (y de una rueda de prensa poco favorable para el pobre Zach).
La situación en la que se encuentran los Jets es tan extraña como fascinante (sé que no es un aspecto del todo «táctico», pero permítanme esta licencia). Nadie esperaba que la versión 2022/23 de NYJ peleara por ingresar a playoffs, pero aquí estamos.
Absolutamente todo encaja en New York: Robert Saleh es un excelente entrenador, la defensa es elite (pero elite en serio: yo la pongo en el top 3), Mike LaFleur ha crecido como coordinador ofensivo y play-caller, Sauce Gardner es el mejor esquinero de la liga (cómo nos enseñó el excelentísimo Álvaro Rodríguez) como rookie y Garrett Wison pinta muy pero muy bien. Todo encaja, claro, menos el QB.
Entonces, con la temporada de los Jets literalmente pendiendo de un hilo, Saleh manda a la cancha a Mike White, un nombre tan pero tan genérico que parece creado en el Sims. White, para quienes no lo conozcan, tuvo su día de gloria el 31 de octubre de 2021, lanzando para 405 yardas y 3 TD´s en una victoria de los Jets sobre los eventuales campeones de la AFC: Cincinnati Bengals. Diez días después, White lanzó 4 intercepciones ante Buffalo Bills y no ha vuelto a jugar un solo snap.
¿Qué podemos esperar de White? Es muy difícil saberlo. Quizá dure una semana y Wilson haga su retorno, habiendo aprendido la lección. Quizás New York derrote a Chicago Bears y, tras quedar hipotéticamente 7-4, Saleh le entregue las riendas a White. De algo estoy seguro: el domingo no me pierdo una jugada de los Jets en ataque.
Choque de filosofías entre Titans y Bengals
Vamos con una cortita, para compensar lo que me extendí hablando de los Jets (sabrán comprender la pasión de un fanático). Este duelo entre Tennessee y Cincinnati lógicamente trae recuerdos oscuros para los Titans: a pesar de capturar a Joe Burrow en NUEVE ocasiones, los Bengals salieron de la Music City con una victoria en la Ronda Divisional de la temporada pasada.
Ahora, se vuelven a ver las caras en un encuentro muy importante para ambos. Y claro, otra vez veremos dos estilos de juego prácticamente opuestos. Los Bengals de Zac Taylor y ese juego aéreo que cada vez maneja mejor Burrow. Cincinnati promedia 37.6 intentos de pase por partido, 6ta marca más alta en la NFL. ¿Tennessee? Apenas 24.1, 30° en la liga.
Por su parte, los Titans de (me pongo de pie, me quito el sombrero y hago una reverencia) Mike Vrabel son el sexto equipo que más acarreos por partido produce (30.4), contra los 24.6 de los Bengals, la marca número 22 en la liga.
Jalen Hurts vs la defensa terrestre de Green Bay
Para cerrar, vamos al Sunday Night Football de esta semana: un matchup entre Philadelphia Eagles y Green Bay Packers. Aaron Rodgers reveló en estos días que ha estado jugando con una lesión en su dedo, algo que quizá pueda explicar sus recientes actuaciones pero que está lejos de absolverlo en esta decepcionante temporada para GB.
Más allá de la situación de su mariscal de campo, cualquier atisbo de esperanza para los Packers dependerá de su capacidad para frenar al QB rival: Jalen Hurts. El pasado domingo fue otro paso hacia adelante en la proyección de Hurts. Luego de la primera (e inesperada) derrota de la temporada y necesitando sí o sí un touchdown ante Indianapolis Colts, Hurts logró el objetivo y dio vuelta el partido para su equipo.
¿Cómo lo hizo? Con la dimensión más productiva de su juego: sus piernas. Hurts acumula 440 yardas y 8 TD´s como corredor. En dicha faceta se ve su versatilidad: Hurts es efectivo en las tan importantes QB sneaks, en jugadas de acarreo que son diseñadas precisamente para él y también es capaz de improvisar cuando una jugada de pase se rompe.
La defensa terrestre de Green Bay, por debajo de la media en la mayoría de las estadísticas que hacen referencia a esta parte del juego, deberá ponerle mucha atención a Hurts en el ataque terrestre. Si logran controlarlo allí, tendrán gran parte de la batalla ganada.