Así es el Scalonismo champagne: otra clase del entrenador argentino

 Así es el Scalonismo champagne: otra clase del entrenador argentino
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FIFA –

Lionel Scaloni volvió a acertar con sus modificaciones y su selección se metió en la final de la Copa Mundial de Catar 2022.

Para Lionel Scaloni no existen los mandamientos: el equipo que gana se puede tocar. Tras la victoria y la buena actuación -pese al susto final- ante Países Bajos, el entrenador argentino volvió a modificar su sistema con el ingreso de Leandro Paredes por Lisandro Martínez. La entrada del mediocampista de la Juventus reestructuró su fisonomía: Argentina salió a la semifinal de Lusail con una línea de cuatro defensores, cuatro mediocampistas y dos delanteros.

Cada decisión es un acierto. Scaloni es camaleónico. Si los elogios previos a su aventura catarí radicaban en su impacto como gestor del factor humano y como impulsor de la renovación albiceleste, su travesía hacia la final del domingo resaltó su faceta como un tacticista pragmático, versátil y flexible. El categórico triunfo frente a Croacia volvió a demostrar su influencia desde la pizarra con determinaciones audaces para contrarrestar las propuestas, identidades y virtudes de cada rival. También para detectar y explotar sus falencias. Tras imponerse al sabio Louis van Gaal, en las semifinales se impulso en el pulso táctico a un Zlatko Dalic que había sido finalista en Rusia 2018.

te los croatas, Scaloni afrontó una serie de incógnitas a resolver durante la previa. Primero descartó la línea de cinco que le había dado réditos en el encuentro ante Países Bajos y después se inclinó por la inclusión de Paredes por encima del desequilibrante Ángel Di María. Aunque siempre resulta tentador alinear a un jugador de la talla y jerarquía individual del Fideo, el seleccionador nacional decidió apostar por el volante central para poblar una mitad de la cancha que afrontó la titánica tarea de enfrentarse al tridente conformado por Luka Modric, Marcelo Brozovic y Mateo Kovacic.

La metamorfosis también fue espiritual: la Argentina que había construido su campaña alrededor de la pelota decidió cedérsela a los croatas, agruparse en un bloque de presión que edificó una muralla sobre la mitad de la cancha y esperar agazapado a cada recuperación para lanzarse en transiciones defensa-ataque con un juego más directo que de costumbre como bandera. Con una Croacia de buen trato pero poco peso ofensivo, Argentina prácticamente no sufrió durante los noventa minutos.

El plan funcionó a la perfección. La decisión de anclar a Paredes como volante central con Rodrigo de Paul recostado por la derecha, Enzo Fernández por izquierda y Alexis Mac Allister apenas por delante del cinco como un falso enganche complicó de sobremanera a un adversario que construía a puro toque. El propio Lionel Messi, quien gozó de libertad total para moverse por diferentes alturas del campo de juego gracias al nuevo entramado construido por Scaloni y por la presencia de un incansable Julián Álvarez como socio ofensivo, reconoció la efectividad de la estrategia: “Hicimos un partido muy serio. Este grupo, más allá de la fortaleza grupal que tiene, es muy inteligente, sabe leer los momentos de cada partido, lo había dicho Scaloni hace poco. Es un grupo que sabe sufrir cuando tiene que sufrir, que sabe tener la pelota cuando hay que tenerla, cuando se puede presionar, cuando hay que repelgar, que sabe leer los partidos y que sobre todo los prepara muy bien. Tiene un cuerpo técnico que es muy bueno, no deja nada al azar, que cada detalle de cada partido te lo hace saber y después pasa. Eso es una gran ayuda para nosotros cuando estamos adentro de la cancha, en ningún momento estamos perdidos, en cada momento sabemos lo que tenemos que hacer, cómo se van a dar los partidos».

Con Paredes, Argentina sumó un eslabón fundamental para construir desde la salida y principalmente para liberar a quien fuera uno de los jugadores más peligrosos de la noche. Sin la obligación de asumir el rol de primer rol creativo, y con mayor libertad para involucrarse en tres cuartos, Enzo Fernández desplegó las virtudes que están atrayendo la atención de los principales equipos del mundo. El crack del Benfica portugués fue el más peligroso durante la primera media hora y fue un espectacular pase suyo el que explotó el desorden defensivo de una Croacia desconocida para poner a correr a Álvarez en la jugada del penal que Messi transformó en gol.

Argentina vs Croacia | Semifinales | Copa Mundial de la FIFA Catar 2022™ | Highlights
Vídeo resumen del partido entre Argentina y Croacia jugado en el Estadio de Lusail, Lusail, el 13 de diciembre de 2022 a las 22:00 (hora local).
Merecimos ganar, pero no se si tan ampliamente”, reconoció Scaloni ya consumada su clasificación a la final: “Los primeros minutos ellos manejaron la pelota. Sabíamos que podía pasar, tienen tres volantes de primer nivel que hace tres o cuatro años juegan juntos. Son volantes muy difíciles de marcar, la sensación era que tenían la pelota pero hicimos lo que teníamos que hacer, teníamos que jugar el partido así. Queda un paso”.

El entrenador albiceleste será el cuarto de su país en dirigir una final mundialista en los últimos 50 años: “No me puedo poner a la altura de (César Luis) Menotti, (Carlos) Bilardo o (Alejandro Sabella) pero me llena de orgullo estar acá. Dirigir la final va a ser un privilegio”. La frase que Scaloni utilizó para señalar la diferencia de experiencia y jerarquía con tres de los mejores directores técnicos del fútbol albiceleste también sirve para ejemplificar su filosofía: no pertenece a ninguna de las dos corrientes que han definido la discusión futbolística durante las últimas décadas.

“Los partidos no son todos iguales, no se juegan todos iguales, más allá de que tengamos nuestra impronta de jugar, cuando tenemos la pelota, cuando tenemos jugadores de buen pie. Pero hay momentos donde el rival te puede someter y ahí es donde el equipo se regenera, se arremanga los pantalones y actúa en función del momento del partido. La virtud es saber afrontar el partido que toca en cada momento”, profundizó el DT sobre el espíritu de su equipo.

Messi, que fue dirigido por entrenadores como Pep Guardiola y Luis Enrique, elogió el plan trazado por su DT: «Hoy sabíamos que el partido iba a ser así, no nos desesperamos cuando teníamos que correr y nos movían de un lado para el otro, porque sabíamos que era el fuerte de ellos. Tener mucha posesión pero también sabíamos que podía ser una fortaleza nuestra cuando recuperábamos porque los tres del medio son muy desordenados para tener la pelota y dejaban muchos espacios”.

Con el resultado en su favor, Scaloni volvió a modificar su fisonomía con el ingreso de Lisandro Martínez por Paredes a los 61′ como respuesta a la renovación ofensiva que Dalic había realizado con las entradas de Bruno Petkovic y Mislav Orsic. Con la línea de cinco y la genialidad de Messi en otra noche mágica, Argentina selló el trámite con el 3-0 que Scaloni aprovechó dale minutos a aquellos jugadores que no habían participado durante el torneo.

La final del domingo será la última prueba, el último desafío, para un Scaloni que rubricó un inolvidable debut como entrenador: fue campeón de América, cortó la sequía de 28 años sin títulos, construyó un invicto de 36 partidos, levantó la Finalissima ante Italia y ahora alcanzó la final de la Copa Mundial. Amén del desenlace, se consagró no solo como un brillante gestor sino también como un tacticista al cual no le tembló el pulso para sentar a varios pilares de su ciclo para darle lugar a jóvenes que no habían sido nombres recurrentes. Así es la Scaloneta champagne.



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Dahiana Camilo

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